Trufas de invierno de Francia

Trufas de invierno de Plantin

¿Cómo se conservan las trufas frescas?

Como cualquier producto a base de hierbas o seta, la trufa fresca tiene una vida útil relativamente corta: sólo unos 10 días para conservar su sabor. Pasado este tiempo, es recomendable consumirlo lo más rápido posible. Si desea conservar la fragancia, lo hará mediante uno de los siguientes metodos de conservación:
en el frigorífico en un recipiente hermetico (vidrio o plástico) envuelto individualmente con una hoja de papel absorbente o cubierto con arroz. Este arroz se puede utilizar luego para hacer un risotto de trufa.
Si desea procesar las trufas con huevos, es recomendable guardar las trufas y los huevos en un recipiente cerrado durante uno o dos días antes de procesarlas. Para que los huevos se impregnen del aroma de la trufa. El aroma de las trufas, por ejemplo en una tortilla de trufa, será aún más fuerte.
En el congelador: congelar en un tarro o recipiente, esta es la solución más sencilla para conservar la trufa por más tiempo (máximo 1 año).
Otro truco consiste en hacer mantequilla de trufa y congelarla.

¿Cómo se eligen unas buenas trufas frescas?

Perfume: Debe ser agradable al olfato.
Madurez: Hay que comprobar la trufa en cuanto a color y pulpa (negra salpicada de venas blancas).
Firmeza: la trufa debe quedar firme, ni demasiado blanda ni demasiado seca al tacto.